3 dic 2015

LA PRIMERA CALCULADORA DE LA HUMANIDAD

Detective vuelve a las andadas tras un largo silencio lleno de nuevas experiencias y asuntos que compartir. No encontré otro tema que me resultase más interesante que el siguiente. ¿Cómo fue la primera calculadora usada por la raza humana? ¿Cómo se las ingeniaban nuestros más remotos antepasados para calcular trueques financieros? Te sorprenderá saber que solo necesitaban un hueso de Ishango (el peroné de nuestro congénere simio babuino).





La historia de la economía nos demuestra que, antes de la moneda y recursos semejantes, el intercambio de bienes e inmuebles requería de cálculos precisos para que no te dieran gato por liebre. Los líderes de las aldeas, ocupados en la supervivencia de esta, podían olvidar sus tratos comerciales que cerraron días o semanas antes, y así, característicamente en el homosapiens la estafa y la mentira, se exponían a caer en argucias de otras tribus comerciantes. Oh sí, el engaño que se usa en cientos de departamentos de marketing y política tienen una justificación en nuestra supervivencia en la era de hielo… Mientras usamos trampas para atrapar a los animales pequeños en la edad de hielo, las bestias gigantes que atrapaban los neandertales morían por la glaciación, y por ende, se llevó a nuestros primos lejanos mucho más humildes y sinceros que nosotros los sapiens; dando como resultado la supervivencia no del más inteligente, sí del que mejor se adapta. Pero ese es otro tema para otro post.

Lo impresionante del hueso de Ishango radica en las precisas muescas cinceladas con afiladas piedras, detallando cálculos como sumas y restas, y en algunos casos hasta multiplicaciones.




Otro dato importante que, lejos de la matemática simplista de dicho huesos, es que examinados con detenimiento por los mejores especialistas, no pasó inadvertido el hecho que muchas muescas marcaran un calendario lunar, y por si fuera poco, todo indicaba que fue el invento de una antepasado mujer por las coincidencias con el calendario menstrual…

Si te impresionó que un hueso diera tanto de sí, dale like a este post para que pueda seguir subiendo artículos como este. Muchas gracias.


David Moreno Ruiz.

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