9 jun 2015

EL TRIANGULO DE LA MUERTE


Existe una zona del rostro que es muy peligrosa, y de no tenerla en cuenta, puede costarte muy caro.

Erosionarse un grano, extraerse un poro, o arrancarse un pelo, puede derivar a algo más que una infección.

La imagen que estás viendo se llama “el triangulo de la muerte” porque abarca desde las comisuras del labio superior, incluye la nariz, y acaba en el entrecejo. En esta área se ha de tener mucho cuidado con las heridas, contusiones, o infecciones; y si hay dudas, has de consultar a tu médico.



Recuerda cuando el profesor de primaria te explicó que las venas tienen unas válvulas para evitar el retorno de la sangre; cuando descubras que en la zona del triangulo no existen dichas válvulas, y por su ubicación próxima al cerebro, lleva cualquier patógeno directamente a tus neuronas, te lo pensaras dos veces, o tres, o cuatro, antes de descuidar esta zona.


Imagina que te extraes un pelo de la nariz, y se infecta. El pequeño hoyo de pus que, de no tratarse rápidamente, cultivará bacterias que viajarán directamente hasta tu cerebro, en un trayecto muy corto e irrigado. Sencillamente, te administrarán antibióticos endovenosos para eliminarla, y créeme: una infección en tu caja de neuronas no es algo llevadero… ¿Seguirás arrancándote los pelos de la nariz, o los recortarás con unas tijeras de punta roma? 

El triangulo de la muerte no solo abarca esa parte del rostro. Las fosas nasales y el paladar también se incluyen en el triangulo y, de no tratarse con mimo, puede derivar a la misma catástrofe.

Cualquier signo como la hinchazón, edema, o calor, que se encuentre en el triangulo de la muerte debe ser supervisado por tu médico, y por favor: no te revientes los granos en esa zona.



Ya sabes, si quieres ser como el “hombre picaporte”, piénsatelo mucho antes de lesionarte esta zona de tu rostro.

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David Moreno Ruiz.

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