17 jun 2015

CÓMO TRASPASAR UNA CABEZA SIN FALLAR EN EL INTENTO



El siguiente post puede parecerte espeluznante, extraído de la fosa séptica de una película de terror, pero como es costumbre en Detective, el contenido no tiene nada de ficción. ¿Podemos traspasar una cabeza al cuerpo de otro humano? Te explicaré paso a paso todo lo que debes saber.

Remontémonos al año 1970, cuando el Dr. Robert White traspasó la cabeza de un simio con relativo éxito; se aprendió que las tetraplejias son el gran obstáculo para estas intervenciones. El neurocirujano Sergio Canavero asegura que esa barrera está superada, y quiere hacerlo en un humano en el 2016: con un presupuesto de 10 millones de dólares, 150 médicos, enfermeros, y auxiliares de enfermería, Canavero acordó traspasar la cabeza de Valeri Spiridónov, enfermo de atrofia muscular espinal, a un cuerpo sano. 

Neurocirujano Sergio Canavero (click en la foto para ver fuente de la noticia)

Paciente: Valeri Spiridónov 

La comunidad médica se puso las manos a la cabeza (nunca mejor dicho), asegurando que el mundo no está preparado para abordar esta operación. Cavanero les respondió con optimismo y sin echarse atrás. ¿Pero es posible hacer esta intervención con éxito? Cuando se apruebe un consenso ético para ello (que debería ser muy pronto), lo sabremos. Mientras tanto, veamos qué ocurrirá en el quirófano el año que viene.

Procedimiento


(DONANTE) Las máquinas realizarán incisiones perfectas y a nivel milimétrico, seccionando venas, arterias, músculos, y la columna. Mientras tanto, el cuerpo del donante se mantendrá vivo gracias a máquinas de respiración artificial e irrigación sanguínea, evitando la hipovolemia (disminución del volumen de sangre en el cuerpo) y coagulación, entre muchísimas posibles y plausibles complicaciones. Se estima una reserva de más de 50 litros de sangre para curarse en imprevistos.













(RECEPTOR) La glándula tiroidea se deja intacta, los músculos pequeños se etiquetan con números, y los grandes con colores, para facilitar la reconexión.

















Se seccionan las vértebras C5 y C6 tanto del donante como del receptor con un microscopio quirúrgico, identificando los receptores nerviosos que después se unirán. Harán descender la temperatura del receptor para que se asemeje a la del donante, evitando que se dañe el cerebro.















Se conectará el flujo sanguíneo del cuerpo donante con la cabeza receptora. No se recostará el cuerpo: todo se realizará en vertical, y se ayudarán de cánulas para evitar embolismos. A partir de este momento viene todo lo difícil.

















Más de cien médicos se turnarán un puñado de máquinas con joystick, y otros se sumarán con material sutura. Continuarán en el siguiente orden: coser y unir los nervios de la médula previamente identificados con el microscopio (es lo más difícil), fijarán con cables y hierros los huesos de la columna, unirán el nervio vago y luego el frénico, coserán el esófago, soldarán la tráquea, se valerán de las etiquetas para coser los músculos, y por último coserán la piel.

Si hasta aquí todo ha ido bien, los enfermeros pondrán al paciente en una cama antiúlceras, y lo inducirán al coma durante varias semanas para que no se le ocurra moverse ni un milímetro. Luego, le aplicarán pequeñas descargas graduales en la columna para estimular las conexiones nerviosas, y por si todo esto no fuera suficiente, se le inyectarán inmunosupresores por si hubiera rechazo de tejidos.




Debes pensar cualquier cosa cuando hayas llegado a estas líneas. Recuerda que hasta que alguien no osó hacer lo imposible, nunca lo hubieran llamado posible. Ni yo ni nadie con sentido común puede augurarte el éxito de esta “descabellada” operación, pero de salir bien, el salto que dará el hombre, que no te quepan dudas que será mayor a cuando puso un pié en la Luna. Quiero que sepas un detalle aún más descabellado. ¿Sabías que hay una lista de espera larguísima que anhela que el trasplante salga bien, formada por ancianos ricos, y transexuales insatisfechos con su cuerpo? La ética médica puede cambiar en los últimos años, y más con un procedimiento de esta magnitud.

Deseo que este post te haya gustado leerlo, tanto como a mí me ha gustado hacerlo. Agrégame a mis redes sociales si quieres ver más contenidos como este. Muchas gracias.

David Moreno Ruiz.


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