Aunque este post debí publicarlo cuando fue el día
contra la violencia de género (que fue relativamente hace poco), mejor es tarde
que nunca.
No es de extrañar que la violencia de género en el
ámbito doméstico se haya trasladado a las redes sociales… La Comisión de las
Naciones Unidas para la Banda Ancha, el 24 de septiembre de este 2015 publicó
un informe llamado “Combatir la violencia en línea contra las mujeres y las
niñas: una llamada de atención” que puedes ver haciendo click aquí para quedarte petrificado.
Te resumo el informe, adelantándote que encontrarás
estos cuatro puntos:
· Se estima que un 73% de las mujeres ya se ha visto expuesto o ha
experimentado algún tipo de violencia en línea.
· Las mujeres de entre 18 y 24 años presentan un gran riesgo de ser objeto
de persecución y acoso sexual, además de amenazas físicas.
· En los 28 países de la Unión Europea solamente nueve millones de mujeres
han sufrido violencia en línea a edades tan tempranas como los 15 años.
· Una de cada cinco mujeres vive en un país donde es muy poco probable que
se castigue el acoso y abuso de las mujeres en línea.
¿Pero qué ocurre en la materia gris del hostigador
para perder el norte de esta manera? Si analizamos la conducta, tendremos
claros indicios que, habiendo casos de violencia de género no virtual, existan
muchas menos denuncias que en lado virtual del problema. Hay muchos sujetos sin
escrúpulos muy, muy cobardes, y lejos de ir de frente, encuentran una
injustificada seguridad a acechar presas detrás de un monitor. Ocurre
exactamente lo mismo en los conflictos bélicos cuando, al poseer un rifle con
mira telescópica o un misil teledirigido, el atacante pierde más escrúpulos que
si tuviera a su adversario de frente, y lidiara contra él con sus manos o un
pequeño cuchillo. Sí, la respuesta es que los cibermarchista son los más
cobardes de su prole... Y eso sólo puede combatirse mucha valentía. Y por
supuesto con una buena recopilación de pruebas para presentar a tu juzgado más
cercano, pues se admiten este tipo de denuncias electrónicas (facebook,
whatsapp, etc.) en la mayoría de países occidentales.
Haz click en la foto para ir a la fuente de esta noticia.
No solo deberás valerte de valentía fundamentada en
las leyes contra los ciberhostigadores… Es fundamental que blindes tus redes
sociales, veles por tu información personal, no des detalles exactos sobre lo
que haces o qué lugares frecuentas, y asegurarte que nadie que no sea un
contacto veraz pueda acceder al mínimo apartado de lo que publiques en la red;
sobre todo las fotos y contactos.
¿Estoy exagerando? Depende de tu carisma y seguridad
correrás unos riesgos u otros, eso se verá en el trance de los acontecimientos.
¿O te gusta jugar con fuego? Aunque es una recomendación general, subrayo que
las mujeres, y en especial a las jóvenes, a entrar en la configuración de sus
redes sociales para modificar la seguridad predeterminada por el sistema, que
por supuesto siempre es la más baja: el principal fleco por donde empieza la
ciberviolencia de género está en la configuración de seguridad.
Deseo que este post te haya gustado leerlo, tanto como a mí me ha gustado hacerlo. Agrégame a mis redes sociales si quieres ver más contenidos como este. Muchas gracias.
David Moreno Ruiz.
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